jueves, 7 de agosto de 2014

Razón n° 11: Vemos la oportunidad y la cagamos

 Con James en el papel principal, os presentamos el incidente de "Mi Antonio". ¿No te encanta quedar bien delante de gente a la que no ves desde hace mucho tiempo? Pues a James también, pero no está escrito en su destino.

Una tarde, llegando a casa, James encontró en el salón un amigo de su hermano que resultó ser su compañero de clase de hacía unos 10 años. Su intención era demostrar que había cambiado y que ahora era una mujer simpática y normal. Así que pensó en decirle: "¡Ey! ¿Qué tal, Antonio? ¿Dónde está mi hermano?". Pero la tensión del momento la traicionó y acabó diciendo: "¡Ey! ¿Dónde está mi Antonio?".

Como no podía ser de otra forma, Jessie tiene su propia historia. Pero con algo más de público. Erase una vez una cálida tarde  de verano en cierto parque de atracciones que llamaremos Península Muggle. A punto de ver un espectáculo, Jessie pretendía sentarse dignamente cargada con la cena. Pero, ¡oh, cruel broma del destino! Jessie nunca llegaría a probar esas patatas. Puso un pie, se comió el escalón con el otro y las patatas se precipitaron al vacío. A Jessie no le quedaba otra opción que pisotear sus propias patatas para poder sentarse con la poca dignidad que le quedaba. Esperando que el incidente hubiera pasado desapercibido, Jessie se giró y comprobó que no era así. Había un hombre mirándola con desaprobación. "¿Qué quiereh, illo?", pensó Jessie, "¡Con mis patatas hago lo que quiero!".

No hay comentarios:

Publicar un comentario