¿Sabes esas veces en las que te vas a sentar en la silla pero no hay silla? Pues una de las modalidades de esta especialidad deportiva se conoce como "marcarse un James" y, como todo en este blog, tiene una historia.
Para que os pongáis en situación: estábamos en el descanso entre clase y clase en un aula antigua con asientos abatibles y algunos de nuestros amigos huyeron vilmente en estampida ante la perspectiva de otra insufrible hora.
Como quedaron huecos vacíos, una amiga, a la que llamaremos R, dijo:
- ¡James! ¡Éshate p'acá!
Y a James no se le ocurrió nada mejor que deslizar el culo esperando que el asiento estuviera bajado. Pero no. James quedó tirada en el suelo, sin un atisbo de dignidad, sólo con el consuelo de que nadie podía verla gracias a la mesa y las mochilas.
Pero esta cagada no iba a quedar impune. En algún momento, James tendría que salir...
sábado, 19 de julio de 2014
miércoles, 16 de julio de 2014
Razón nº8: Nuestra fantástica orientación
Halloween de 2012.
Ignorantes de la aventura que les aguardaba, JJ y dos amigas entraron en el subterráneo de unos grandes almacenes para ultimar sus compras.
Volvieron al coche confiadas y satisfechas con sus adquisiciones. Se montaron, se ataron los cinturones de seguridad y se dispusieron a salir de aquel maldito parking. Pero no sería tan fácil.
Giraron a la derecha, giraron a la izquierda, cruzaron por medio de las plazas vacías, siguieron recto y nada. La salida no aparecía.
Agobiadas por la oscuridad del parking y su extraña similitud con un laberinto, les pareció mentira cuando J dijo:
- ¡¡¡Eh!!! ¡Veo una luz!
- ¡Vamos hacia allí! - respondieron las demás.
Deslumbradas por la luz del sol, creían haber encontrado su salvación. Pero pronto se darían cuenta de su error: habían entrado en el aparcamiento descubierto.
Total, gente, que al final salimos. Pero no veas qué susto.
¿Que en qué nos afecta esto a la hora de ligar? Es sencillo: piensa en todos los testigos que presenciaron cómo dábamos vueltas durante viente minutos. Y por si fuera poco, ya nos encargamos nosotras de que se enteren el resto de candidatos con esta entrada.
Ignorantes de la aventura que les aguardaba, JJ y dos amigas entraron en el subterráneo de unos grandes almacenes para ultimar sus compras.
Volvieron al coche confiadas y satisfechas con sus adquisiciones. Se montaron, se ataron los cinturones de seguridad y se dispusieron a salir de aquel maldito parking. Pero no sería tan fácil.
Giraron a la derecha, giraron a la izquierda, cruzaron por medio de las plazas vacías, siguieron recto y nada. La salida no aparecía.
Agobiadas por la oscuridad del parking y su extraña similitud con un laberinto, les pareció mentira cuando J dijo:
- ¡¡¡Eh!!! ¡Veo una luz!
- ¡Vamos hacia allí! - respondieron las demás.
Deslumbradas por la luz del sol, creían haber encontrado su salvación. Pero pronto se darían cuenta de su error: habían entrado en el aparcamiento descubierto.
Total, gente, que al final salimos. Pero no veas qué susto.
¿Que en qué nos afecta esto a la hora de ligar? Es sencillo: piensa en todos los testigos que presenciaron cómo dábamos vueltas durante viente minutos. Y por si fuera poco, ya nos encargamos nosotras de que se enteren el resto de candidatos con esta entrada.
viernes, 11 de julio de 2014
Razón nº7: Nuestro particular sentido del humor.
No sólo se trata de las cosas que nos hacen gracia, sino de cuánto tiempo podemos estar riéndonos de ellas.
Señores, no hablamos de días o semanas. Hablamos de años.
En nuestra humilde opinión, estos dos ejemplos no merecían menos:
El primero lo descubrimos en mitad de una interesantísima clase de Bioquímica. No pudimos elegir peor momento: a media hora de acabar la clase, solo pudimos escondernos detrás del portátil y esperar que no se notara.
Aquí os dejamos esta obra de arte, cuyo autor desconocemos pero admiramos profundamente:
Señores, no hablamos de días o semanas. Hablamos de años.
En nuestra humilde opinión, estos dos ejemplos no merecían menos:
El primero lo descubrimos en mitad de una interesantísima clase de Bioquímica. No pudimos elegir peor momento: a media hora de acabar la clase, solo pudimos escondernos detrás del portátil y esperar que no se notara.
Aquí os dejamos esta obra de arte, cuyo autor desconocemos pero admiramos profundamente:
Como somos así de guays, no dejamos de mirarla en lo que quedaba de hora.
El segundo es nuestro vídeo favorito de todo Internet. Con un récord de 25 vistas cada una, descojonándonos en cada una de ellas como el primer día, os presentamos el gato que dice "Hey!":
Ya sabemos que no es real, pero tampoco lo es la Fábrica de Chocolate de Willie Wonka y más de uno la sigue buscando.
Razones 2-6:
Por sí solas no parecen explicar por qué estamos a dos velas, pero en conjunto dan una idea bastante aproximada de cuál es nuestro problema.
Razón nº2: Hablarle a las servilletas que salen volando (estemos o no en público): la mejor forma de recuperarlas no es ir detrás de ellas, sino gritarles dramáticamente a medida que se marchan "¡¡Vuelve!! ¡Yo te quiero! ¡No te escapes!".
Razón nº3: Pasar dos años en el club "Arquímedes" (toma pseudónimo guapo). Y sí, era un club de matemáticas.
Razón nº4: Decir frases random en inglés because we can.
Razón nº5: Abusar de expresiones como "Correcto" o "Dio" y que solo nos haga gracia a nosotras.
Razón nº6: Planear el acoso por redes sociales para dar publicidad a este blog.
Como veis, no son cosas puntuales. Nos tomamos muy en serio esto de envejecer solas: 24 horas al día, 7 días a la semana. No hay descanso cuando se trata de perder la dignidad.
Aviso a navegantes: no son las peores razones. Esas merecen una entrada propia.
Razón nº2: Hablarle a las servilletas que salen volando (estemos o no en público): la mejor forma de recuperarlas no es ir detrás de ellas, sino gritarles dramáticamente a medida que se marchan "¡¡Vuelve!! ¡Yo te quiero! ¡No te escapes!".
Razón nº3: Pasar dos años en el club "Arquímedes" (toma pseudónimo guapo). Y sí, era un club de matemáticas.
Razón nº4: Decir frases random en inglés because we can.
Razón nº5: Abusar de expresiones como "Correcto" o "Dio" y que solo nos haga gracia a nosotras.
Razón nº6: Planear el acoso por redes sociales para dar publicidad a este blog.
Como veis, no son cosas puntuales. Nos tomamos muy en serio esto de envejecer solas: 24 horas al día, 7 días a la semana. No hay descanso cuando se trata de perder la dignidad.
Aviso a navegantes: no son las peores razones. Esas merecen una entrada propia.
Razón nº1: Hacer este blog.
Puede que no sea la razón principal, pero sí la más evidente.
Recopilando las cagadas para la creación del blog, de repente vimos la luz: ¿qué peor forma de ponerle remedio que publicando en Internet todas las posibles causas?
Como somos asensuales pero no tontas, decidimos utilizar pseudónimos. Algunos ejemplos de los descartados, que tampoco tienen desperdicio (aunque Team J.J lo parte), son:
- Ruperta y Eugenia.
- Sra. X e Y.
- Barbossa y Sparrow.
- Nevillea y Rona (si no lo entiendes, no te gusta Harry Potter, sal de nuestro Blog).
- Huge-Bottom y Large-Bottom (Primas mayores de Longbottom).
Recopilando las cagadas para la creación del blog, de repente vimos la luz: ¿qué peor forma de ponerle remedio que publicando en Internet todas las posibles causas?
Como somos asensuales pero no tontas, decidimos utilizar pseudónimos. Algunos ejemplos de los descartados, que tampoco tienen desperdicio (aunque Team J.J lo parte), son:
- Ruperta y Eugenia.
- Sra. X e Y.
- Barbossa y Sparrow.
- Nevillea y Rona (si no lo entiendes, no te gusta Harry Potter, sal de nuestro Blog).
- Huge-Bottom y Large-Bottom (Primas mayores de Longbottom).
jueves, 10 de julio de 2014
Episodio piloto
Una noche de verano cualquiera, paseando bajo la luz de las farolas James dijo:
- ¡Tía, J!
- ¡Dime, J!
- ¿No crees que ligamos menos de lo que deberíamos?
- Correcto.
Lo siguiente fue una lista de razones que podían explicar este hecho. Como no tenían desperdicio, de forma altruista decidimos compartirlas en este blog.
Esto es un resumen muy resumido de cómo empezó todo.
- ¡Tía, J!
- ¡Dime, J!
- ¿No crees que ligamos menos de lo que deberíamos?
- Correcto.
Lo siguiente fue una lista de razones que podían explicar este hecho. Como no tenían desperdicio, de forma altruista decidimos compartirlas en este blog.
Esto es un resumen muy resumido de cómo empezó todo.
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